No es un tema que se platique mucho en la sobremesa. Pero la realidad es que gran parte de los avances de salubridad y salud se los debemos a los excusados. O al menos es lo que cree Bill Gates, empresario y filántropo, quien decidió invertir una gran suma de dinero para innovar en esta tecnología.
Bill Gates presentó en Beijing, China su apuesta para hacer frente a la crisis mundial de saneamiento: un inodoro que no necesita agua ni conectarse a ningún sistema de depuración para funcionar y que transforma los deshechos humanos en fertilizantes.
El multimillonario mostró este novedoso modelo para impulsar los avances tecnológicos de saneamiento y «reinventar los inodoros» acelerando su adopción y comercialización.
En total, la Bill & Melinda Gates Foundation presentó 20 diseños de inodoros que podrán procesar los deshechos humanos y convertirlos en agua potable y fertilizante. Según la Organización Mundial de la Salud (WHO), alrededor de 12% de la población del planeta defeca en condiciones precarias.
La defecación al aire libre permite que los deshechos humanos entren a los sistemas de agua limpia y de agricultura. Esto esparce bacterias mortales y es de los principales factores en la desnutrición infantil. Es un problema muy relevante. Y como todo problema, es una oportunidad de crecimiento.
La propuesta de Gates ha atraído múltiples empresas y desarrolladores para crear sus mejores versiones de un inodoro. Cada dólar que se invierte en esta propuesta genera $5.5 dólares en beneficios a la salud. Sus diseños y plantas de tratamiento también podrán procesar deshechos ganaderos y así reducir más riesgos biológicos además de generar más ingresos para la comunidad.