La firma de relojes de lujo, IWC Schaffhausen, estrenó un nuevo modelo del clásico Portugieser con una edición automática.
La génesis del Portugieser se remonta a 78 años en el pasado cuando el reloj fue presentado. Pero en esa época, no fue muy bien recibido porque era considerado como un «reloj de bolsillo, pero para la muñeca»; fue hasta los 90 donde tuvo su resurgimiento y ahora es una muestra de la calidad y el desarrollo de la manufactura de IWC Schaffhausen.
Los relojes con mecanismo automático están provisto de un rotor, que al balancearse con el movimiento del brazo del usuario, genera energía para cargar el barrilete, esta «reserva de marcha» usualmente dura de 38 a 42 horas, pero la tecnología que implementó IWC Schaffhausen en el Portugieser Automático, cuenta con hasta 7 días de autonomía.
La caja del Portugieser Automático mide 42.3 mm, es de acero fino u oro rojo, tiene opciones de carátula color plateado, pizarra, negro y el azul emblemático de la casa. Además de indicar la hora, los minutos y segundos, también proporciona la fecha y el tiempo de autonomía.