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Xbox Series X en POST Mag edición noviembre

Xbox Series X.

Let’s play

Por Pedro Montaño

Los juegos nos conectan. Con tus hermanos, tus primos, tus vecinos, tus amigos, con toda tu familia y con decenas, cientos, miles de desconocidos que dejan de serlo cuando jugamos online. Eso va más allá de la consola o plataforma que tengas o te guste. Así de grande y mágico es jugar videojuegos.

Ya sea que seas un jugador casual o un verdadero fan, todos tenemos al menos un buen recuerdo que involucre un juego. En mayor o menor grado, nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Y aunque con el avance de la tecnología hoy están más cerca de nosotros que nunca, una revolución, un nuevo paradigma inicia este mes de noviembre de 2020 y nosotros podremos experimentarlo.

Existen varios momentos en la historia de los videojuegos que se volvieron hitos. Uno de ellos ocurrió el 15 noviembre de 2001 cuando Microsoft presentó al mundo su Xbox, dando así comienzo a una nueva era. El siguiente fue a finales de 2005, el 22 de noviembre, cuando se lanzó la sucesora de la Xbox original o clásica. La Xbox 360 que se volvió omnipresente en todas las salas del mundo al grado de que la marca Xbox se volvió sinónimo de videojuegos.

Xbox Series X en POST Mag edición noviembre

 

También, el 22 de noviembre pero de 2013, quedó registrado como el día en que salió a la luz la Xbox One, la consola con la que Microsoft daba continuidad en la industria.

Y el pasado 10 de noviembre, siete años después de Xbox One, aconteció un hito más. Fueron lanzadas oficialmente las nuevas consolas de Xbox: Series S y Series X. Pero este no es un simple cambio de generación o actualización. Es el más grande y ambicioso salto tecnológico que se haya realizado en la historia de las consolas, tanto, que esto conlleva a un cambio de paradigma en el cómo jugamos videojuegos.

El comienzo de la nueva generación de consolas, es mucho más que eso. Es un salto imposible que no tiene precedentes por el brutal avance tecnológico, diseño, arquitectura y de jugabilidad que implica.

Pero, vayamos por partes. Iniciemos de afuera hacia dentro. Después de todo, es a través de los ojos cómo ocurre todo primer acercamiento (y deseo). Recuerda la primera vez que viste las nuevas consolas: una robusta caja negra al lado de una blanca con forma delgada y rectangular. Seguro que atraparon fuertemente tu atención y no pudiste resistirte a comentar y compartir esa imagen con alguien. El conteo regresivo para la llegada de las nuevas consolas Xbox, había comenzado.

Su diseño

Xbox Series X y Xbox Series S fueron diseñados para encajar en el hogar de todos los gamers. Tienen una naturaleza arquitectónica, gran personalidad y una apariencia que apuesta a resistir el paso del tiempo. Pero, sobre todo, lo más importante es que pueden destacar o pasar desapercibidas en el lugar donde las coloques.

Para llegar a estas versiones finales, antes, en septiembre de 2017, los equipos de diseño e investigación de Xbox visitaron a los gamers para mostrarles algunos prototipos de lo que se convertiría en Xbox Series X y Xbox Series S. Lo que encontraron fue que los jugadores estaban más entusiasmados con algo que se sintiera nuevo y diferente, pero que también fuera fácil de acomodar en donde sea que quisieran jugar. Eso llevó al equipo a diseñar consolas lo más compactas posible, con tamaño reducido y flexibilidad para colocarse en múltiples orientaciones y espacios.

Xbox Series X y Xbox Series S cuentan con formas, tamaños y colores diferentes; sin embargo, ambos se pueden utilizar de forma vertical u horizontal, sin necesidad de un soporte adicional.

El proceso de diseño en Xbox siempre ha estado profundamente arraigado en la colaboración entre los equipos de ingeniería y diseño. Los equipos pasaron meses creando prototipos y simulando diferentes arquitecturas. Fue la combinación de ese trabajo y la opinión de los usuarios para saber cómo colocarían los dispositivos en sus hogares lo que dio como resultado dos únicas e icónicas formas,

revela Chris Kujawski, diseñador principal de consolas Xbox.

Los diseños de Xbox Series X y Xbox Series S están pensados para integrarse con el entorno que los rodea, con un tamaño y factor de forma pensados para adaptarse a cada espacio. Son el resultado de escuchar a los fans y diseñar las consolas más optimizadas para ofrecer juegos de próxima generación.

Las consolas fueron verdaderamente reinventadas desde adentro hacia afuera para superar las expectativas de nuestros fans actuales y futuros,

señala Kujawski.

 

Xbox Series X en POST Mag edición noviembre

Series S

Para el diseño de Xbox Series S, el equipo aprovechó la oportunidad de diseñar una consola que se convirtiera en el Xbox más compacto de la historia. El diseño interno aprovecha muchas de las eficiencias desarrolladas para el Xbox One S, lo cual fue posible gracias a que se remodeló la fuente de alimentación y se removió la unidad de disco. Como resultado, Series S es 40 % más pequeño que One S. Al ser sumamente compacta, es lo suficientemente pequeña como para transportarla fácilmente por tu casa o llevarla a la casa de tus amigos, algo que a los usuarios también les pareció muy importante.

En cuanto a su diseño, los equipos frecuentemente utilizan elementos de color y materiales en su proceso para acentuar el enfoque arquitectónico y geométrico. En este caso, el elemento de diseño principal de Xbox Series S es el sistema de ventilación negro y circular sobre un fondo de color blanco. Esto le dio personalidad a la consola.

El esquema de blanco y negro también funciona para evocar las consolas de generaciones anteriores. Esta misma combinación de colores funciona muy bien para colocarla en un estante y volverla casi imperceptible o para convertirla en la pieza central al colocarla en la mesa de tu sala.

Un dato interesante es que, en un principio, recibió el nombre de “Slice”, porque era literalmente una rebanada del costado del Series X.

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Series X: La más poderosa de la historia

Para Xbox Series X, el gran tamaño de sus rejillas de ventilación es funcional, pero el equipo de diseño adoptó la escala de los orificios para convertirla en el elemento distintivo del dispositivo. El equipo trabajó conscientemente para desarrollar la segunda “lectura” del dispositivo. La primera impresión es simple o primitiva; la segunda es intrigante.

La segunda lectura invita al espectador a acercarse y explorar. La capa verde debajo de la rejilla de ventilación de Series X es un gran ejemplo de esto. El equipo quería llamar la atención del usuario al sistema de ventilación como elemento principal de diseño, además de mostrar el verde Xbox en el centro del diseño, no solo como un elemento decorativo.

Tuvimos ese momento único en el que combinamos el color de la superficie con los orificios de ventilación de profundidad variable. La escultura de esa superficie crea una ilusión óptica que te deja ver el color verde conforme te acercas a la consola,

dice Erika Kelter, diseñadora senior.

Sentimos que esto lograba el equilibrio ideal, de una manera sutil pero poderosa, para expresar el ‘alma’ de la marca dentro del dispositivo físico. La cultura gamer tiene una gran tradición de agregar sorpresas a los juegos y al hardware, nosotros quisimos replicar ese espíritu de sorpresa y revelación en la consola.

Desde el inicio, el equipo recibió de los gamers muchos comentarios favorables por el prototipo de Xbox Series X. Con esa buena energía de su lado, debían ahora cuadrar el diseño y resolver los desafíos técnicos.

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Diseño y tecnología

Xbox Series X cuenta con el System on Chip (SoC) más poderoso jamás visto en Xbox. Enfriar creativamente ese chip con un solo ventilador axial permitió dar con la solución óptima en cuanto a la forma de la consola. Al dividir la tarjeta madre por la mitad y atornillar cada lado al chasis de aluminio central, el equipo logró extraer una gran cantidad de aire a través de todo el sistema a un nivel acústico lo suficientemente bajo para hacer funcionar la consola de manera silenciosa y eficiente.

Por último, el tamaño del ventilador determinó las dimensiones del dispositivo y los equipos trabajaron la proporción de la carcasa alrededor de los otros componentes principales para lograr una proporción casi exacta de 2:1 de dos cubos apilados, que se convirtió en la base de la identidad geométrica de la consola.

El equipo descubrió que su tamaño pequeño y cuadrado también se prestaba para instalarla en una variedad de espacios más amplia que con una consola tradicional. La poca profundidad de Xbox Series X facilita el acceso a los cables en la parte posterior. Además, el equipo agregó indicadores táctiles en el IO trasero para que sea aún más accesible y fácil conectarlos.

Inicialmente diseñada para colocarse de forma vertical, los poco menos de 16 cm de alto hacen que Xbox Series X se adapte a la mayoría de los estantes y muebles, incluido cuando se coloca de manera vertical.

(Fragmento del artículo publicado en POST Mag edición noviembre).

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